Nueva York, EU.- Un hombre, cuya identidad por el momento se mantiene en el anonimato, condujo por la noche desde Brooklyn, en Nueva York, hasta Detroit. Por el camino comenzó a sentirse mal, así que acudió a un médico al llegar a su destino. Sin embargo, el médico se equivocó con su diagnóstico inicial, confundiendo la tos y la fiebre con un caso de bronquitis.
Así es como, según The Washington Post, este viajero se ha convertido en el 'paciente cero' en Michigan, ya que contrajo el virus en contacto con la comunidad ultra ortodoxa de Nueva York y lo contagió a otras 39 personas mientras se alojaba en casas particulares y acudía a la sinagoga, comercios, restaurantes y otros lugares públicos.
Se trata de un ejemplo del poder de propagación de uno de los virus más infecciosos del planeta (más todavía que el ébola) en una comunidad cerrada: las probabilidades de contagiarte si no has sido vacunado y entras en contacto con alguien enfermo rondan el 90%. El paciente es contagioso cuatro días antes de que aparezca al sarpullido, por lo que puede estar poniendo en peligro a los demás sin saberlo durante todo ese tiempo. Después de que aparece el sarpullido, el enfermo es contagioso durante 4 días más.
“Cada uno de nuestros casos tiene un vínculo con el inicial”, dijo al diario Leigh-Anne Stafford, trabajadora de salud del condado de Oakland, un suburbio de Detroit donde se produjeron casi todos los casos de sarampión del estado.
El 75% de los casos de sarampión reportados a los CDC en los últimos cinco años se produjeron en comunidades cerradas, similares a la de los judíos ultraortodoxos de Nueva York donde se infectó al "paciente cero", como los Amish de Ohio o la comunidad somalí de Minnesota. Se trata de grupos que suelen tener en común un recelo hacia lo que viene de fuera, que con frecuencia confían en sus propios miembros para el cuidado médico y donde pueden resonar más algunas teorías conspiratorias o falsedades, como el estudio (ampliamente desacreditado) que vincula la vacuna del sarampión con el autismo.
Cuando el médico que atendió al viajero finalmente se dio cuenta de que estaba ante un caso de sarampión, avisó a las autoridades y se puso en marcha un dispositivo para localizar el enfermo y alertar a la comunidad. El Consejo de Rabinos Ortodoxos de Detroit lanzó entonces un comunicado en el que recordaba que la ley judía obliga a cada miembro a recibir vacunas, según los CDC. Los líderes de la comunidad ayudaron a los servicios de salud a instalar tres clínicas en una sinagoga, y vacunaron a cerca de 1,000 personas en una semana. La colaboración entre las autoridades sanitarias y los líderes religiosos parecen haber contenido el avance del virus y podría servir de ejemplo a seguir en otros "puntos calientes" del país.
Precisamente el lunes las autoridades sanitarias alertaron de un repunte en el sarampión, con 90 nuevos casos en una semana, que eleva a 555 el número de personas afectadas en 20 estados. Se trata del segundo nivel más alto en los últimos 25 años en EEUU. Nueva York está experimentando el mayor brote de sarampión de la historia reciente, con al menos 329 casos confirmados desde el mes de octubre. Zonas como Brooklyn y el condado de Rockland, con una fuerte presencia de judíos ultraortodoxos, se encuentran en estado de emergencia.
La enfermedad no solo está aumentando en EEUU. La Organización Mundial de la Salud (OMS) anunció el lunes que en los primeros tres meses del año se produjeron 110,000 nuevos casos de sarampión en todo el mundo, lo que supone un aumento de casi el 300% con respecto al mismo periodo del año anterior.
La OMS advirtió que incluso en países de altos ingresos, las complicaciones por causa de esta enfermedad pueden conducir a hospitalizaciones en hasta una cuarta parte de los casos y pueden resultar en daños en el cerebro, ceguera o pérdida auditiva, entre otros problemas.
"En los meses recientes, los brotes se han producido también en países con tasas de vacunación elevadas, incluyendo EEUU, Israel, Tailandia y Túnez, ya que la enfermedad se ha propagado rápidamente entre grupos de personas sin vacunar", dijo la OMS en un comunicado. Esta organización recientemente nombró la reticencia ante las vacunas como una de las 10 principales amenazas para la salud en el mundo en 2019. (Univision)